Se han evaluado de forma exhaustiva los beneficios continuos y a largo plazo de fumar un producto de cannabis, incluso si es de un grado bajo. Las personas que fuman a largo plazo tienen menos incidentes de dolor y problemas musculares. Los pacientes que fuman de forma regular pueden tratar el dolor sin tener que recurrir a un consumo excesivo de productos farmacéuticos.
No se encontraron molestias malignas para los pacientes que fuman a largo plazo. Esto significa que no necesariamente provoca cáncer. El deterioro neurológico o neurofisiológico no ha sido apreciado en personas que fuman desde hace decenas de años. Este es un resultado positivo que debería ser considerado detenidamente.